Según informan en ABC
Puerta de Alcalá
Uno de los más característicos, de visita obligatoria, es la Puerta de Alcalá. Construida entre 1769 y 1778 por orden de Carlos III, es una de las cinco puertas reales de acceso a Madrid; en su caso para los viajeros que llegaban a la ciudad desde el noreste. De estilo neoclásico, es obra del arquitecto Francesco de Sabatini.
Palacio Real
El Palacio Real es uno de los principales ejes del viejo Madrid. Construido entre 1738 y 1764, está levantado sobre los terrenos del antiguo Alcázar, arrasado por un incendio cuatro años antes del inicio de las obras. Fue concebido como residencia Real, aunque actualmente el monarca no vive allí. Aunque su edificación fue por orden de Felipe V, fue su hijo Carlos III el primero en habitarlo.
Plaza Mayor
Si subes por la calle Mayor, a unos pasos del Palacio Real, es obligatorio detenerse en la Plaza Mayor. Obra de Juan de Herrera y Juan Gómez de Mora entre 1580 y 1616, es una de las plazas más emblemáticas de España. A lo largo de la historia ha tenido muchos usos, entre ellos el de lugar de ejecuciones. De forma cuadrangular, sus partes más características son sus soportales (plagados en la actualidad de bares, tiendas y restaurantes) y la Casa de la Panadería. En el centro destaca una estatua ecuestre de Felipe III.
El Retiro
Quien pase por Madrid no puede dejar de pasar por el parque de El Retiro, a un paso de algunos de los monumentos recomendados anteriormente. Un simple paseo ya es una experiencia, a través de sus kilométricos laberintos, bajo una amalgama de colores entre sus plantas, pero será aún mejor si te detienes en las decenas de monumentos que hay en su interior.
Convento de las Trinitarias
Su consideración ha ganado en notoriedad y conocimiento por el reciente hallazgo de los restos de Miguel de Cervantes, enterrado en su interior. Sin embargo, es una de las huellas del Siglo de Oro en el ya de por sí aclamado Barrio de las Letras.