Mi amigo Fer y yo estamos compungidos. Ambos compartimos un décimo de la Lotería de Navidad con la condición de que si nos toca yo no se lo diga a su mujer ni él se lo diga a mi familia. Es más, en caso de ser agraciados con el Gordo, hemos quedado en las dos horas siguientes en la T4 del aeropuerto de Madrid-Barajas Adolfo Suárez para coger el primer avión con vuelo directo hacia el Caribe SOLO, con billete de ida.
Y el motivo de nuestra consternación no es que las posibilidades de que nos toque se reduzcan al 0,000001% (es más fácil que nos parta un rayo por la mitad), sino porque nos hemos enterado de que los madrileños, junto con los cántabros, somos los españoles más felices.
Ambos estamos estupefactos. Aunque parezca mentira, esa felicidad no tiene nada que ver con que en la Comunidad de Madrid se haya dado mas veces que en ninguna otra el primer premio de la Lotería de Navidad a lo largo de la historia sino con el hecho de tener una buena relación con la pareja y con la familia.
Con todo, nosotros seguimos en nuestras trece. Aunque solo sea por costumbre, ya tenemos el décimo compartido con la esperanza de vernos antes de las 16h del 22 de diciembre en la T4. Si ese día ven a un par de borrachos por el aeropuerto no se asusten, seremos nosotros; y si a usted también le ha tocado está invitado a venirse con nosotros al Caribe.
Si quieres probar suerte y viajar al Caribe con nosotros puedes comprar aquí la lotería de Navidad de los madrileños.