En defensa del Valencianismo en la «Fira Valenciania» 2017
Tierra Canalla ha estado en la Fira Valenciania el pasado fin de semana. El lema escogido para esta edición ha sido “Hora d’apostar per lo valencià”. Eslogan acertado en vista de las políticas catalanistas de las que adolecen nuestros gobernantes, véase si no la calle en homenaje a Joan Fuster, las esteladas que sondean con orgullo en cuanto pueden o la obsesión con formar parte de los Països Catalans.
V ciudadanía, para nada refractaria a estos gestos, saca uñas y defiende lo suyo. Una buena manera de hacerlo es mediante la pacífica exposición del patrimonio identitario a través de las asociaciones culturales y las actividades que estas promueven. En esta ocasión ha sido una feria la encargada de sacar a la calle sus propuestas y dar visibilidad a un sector que protesta tanto como puede ante lo que le parece un expolio cultural.
Durante tres jornadas la promoción de la lengua valenciana y nuestros productos y tradiciones han tenido lugar en la explanada delante de la Plaza de Toros de Valencia.
El visitante ha encontrado productos de la tierra, artesanía, libros en defensa del valencià y de la historia de Valencia no catalanizada, pero también bailes regionales, tabal y dulzaina y castillos hinchables para los más pequeños.
Hemos podido probar Agua de Valencia embotellada y un novedoso vino elaborado con naranja valenciana en tres modalidades: taronja, sanguina y pomelo con gusto similar al del vino blanco, muy suave, con solo un 7% de volumen y un refrescante y característico sabor a naranja. Muy recomendable para los que quieran sacar de la rutina el paladar. Las naranjas y pomelos son cultivados de manera ecológica en Sagunto por la propia marca, Tarongino.
El espacio “Pedacitos en mis manos” ha ofrecido artesanía de esparto y seda, donde destacaban unos llaveros con forma de alpargata y diversos artículos confeccionados a mano que rezuman estética tradicional de cañas y barro.
Había también diversos estands con vinos y productos valencianos, la asociación AVA, dedicada a la defensa de los derechos de los agricultores valencianos o AELLVA, Asociació d’Escritores en Llengua Valenciana, junto a otras asociaciones y editoriales.
Hay que señalar como obra curiosa la primera edición del “Quixot en valencià”, firmado en 2015 por Jesús Moya i Casado que podía adquirirse en varias casetas.
La feria ha sido organizada por la Plataforma Valencianista, una asociación fundada en 2006 por cinco amigos, jóvenes y tenaces, que hoy en día cuenta con más de 800 asociados, 16.000 seguidores en Facebook, sedes en Elche, Caudete de las Fuentes, Mislata, Llanera de Ranes, Valencia e incluso en Sao Paulo, Brasil, donde una comunidad de emigrantes ha creado una pequeña valencianía al otro lado del Atlántico.
Hay que señalar que la Plataforma Valencianista no recibe ningún tipo de subvención, se mantiene gracias a la dedicación y trabajo de sus voluntarios y asociados, a su tiempo y empeño. La PLV es apoyada por instituciones tan prestigiosas como Lo Rat Penat, el Ateneo Mercantil o la Real Academia de Cultura Valenciana (RACV), entre otras.
Su objetivo es la defensa de la identidad y la cultura valencianas, el reconocimiento a nivel nacional de lo valenciano fuera del ámbito catalán y la promoción de los productos propios. Entiende además que no hay diferencia entre provincias a la hora del valencianismo y que Castellón, Valencia y Alicante conforman la misma unidad cultural.
Tiene la ambición de impulsar la comarcalización como modo de defensa de la pequeña economía rural e industrial, medida que por otra parte ayudaría a desdibujar las separaciones provinciales. Apoya además la desaparición de las diputaciones para aligerar el gasto público entendiendo que entre las alcaldías municipales y la Generalitat quedarían cubiertas las necesidades de todos los municipios y regiones.
Alex Esteve, presidente de PLV me concede unos minutos, me cuenta los comienzos de la asociación, sus ideales y proyectos. Tiene 36 años, lleva 11 al frente de la asociación y desprende carisma, voluntad y férrea convicción.
Tiene muchas ideas y una lista de tareas para mejorar lo que a su entender hay que cambiar en la Comunidad Valenciana. Cuida mucho su lenguaje para trasmitirme su proyecto: unidad valenciana y mejora social, preservar nuestras tradiciones y mantener la identidad que ahora ve menoscabada por el actual gobierno tripartito.
Es muy discreto, políticamente correcto podría decirse, en ningún momento expresa rechazo el catalanismo, simplemente defiende el valencianismo, sin entrar en más conflicto.
Le pregunto por las relaciones con los políticos y confiesa que ahora que el PP y Ciudadanos conforman la oposición les hacen un poco más de caso. Se lamenta no obstante porque han intentado entrevistarse con Ribó y Puig para exponerles sus ideas y propuestas pero sólo han obtenido el ninguneo y la callada por respuesta, ni han contestado a su petición, me dice.
Es el mismo cuento de siempre, los partidos se proponen en campaña electoral como los representantes de todos, prometen no hacer como sus predecesores y escuchar todas las voces, pero a la hora de la verdad, cuando se sientan en el trono, se olvidan de sus promesas y sectarizan su mandato. Y el caso de Compromís en este asunto está siendo flagrante.