Si hablamos de los sentimientos, todos sabemos que la ira es el más complicado de dominar. Para ello se requiere de un autocontrol y en la mayoría de los niños este esta carente. Por esta razón pueden ser protagonistas de berrinches.
El día de hoy, os queremos presentar una nueva técnica y de esta forma lograr desactivar las rabietas de los pequeños con solo una pregunta.
Esta técnica funciona realmente bien con los niños mayores de 5 años, ya que necesitaremos que los niños razonen con nosotros. Para niños más pequeños ya os presentaremos otras dos técnicas muy efectivas.
La técnica es realmente sencilla, cuando la rabieta se desate porque un juguete se ha roto o algo no salga como ellos quieren, en ese momento deberemos mirarle a los ojos y manteniendo la calma le preguntaremos:
“¿Esto es un problema grande, un problema mediano o un problema pequeño?”
En este momento sucede algo mágico ya que los pequeños son capaces de medir la importancia del problema, y de esta forma buscar formas de resolverlo y a la vez abordarlo. Pero también estamos dotándole de herramientas para su vida adulta.
Si el problema es pequeño, de una vez sabrá que se puede resolver con alguna acción muy simple. Os damos un ejemplo: Si tiene una rabieta ya que le hemos puesto el pantalón que no quería, seguramente podrá comprender que el problema es muy pequeño y que solamente debe ir al armario y buscar el que le guste.
Si es medio, le explicaremos que se puede resolver, pero necesitará tiempo. Os damos un ejemplo: Si el pantalón está sucio y no puede ponérselo, lo podremos ayudar a poner una lavada y utilizarlo al día siguiente, de esta forma resuelve el problema y aprende una cosa muy importante que es esperar el resultado.
Si es grande, grande desde el punto de vista de un niño, no debemos minimizarlo sino darle la importancia debida y ayudarle a aceptar que hay cosas que no podemos cambiar, o al menos, de forma inmediata.
Despues de unos cuantos días de preguntas, nos podremos dar cuenta de que los más pequeños comienzan a clasificar los problemas de una forma más fácil y también de resolver los más pequeños. En este momento debemos felicitarles.
Sabemos que se trata de una técnica que depende de muchos factores y diálogos, pero no debemos olvidar que la verdadera aventura está en el aprendizaje mutuo.
fuente: lavozdelmuro
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