Según nos informa Tribuna Salamanca un bebé normal y sano llora, y a veces mucho. Según precisa la Asociación Española de Pediatria (AEP), el llanto del bebé sano sigue una curva que comienza a las 2 semanas de vida, tiene un pico en torno a los 2-3 meses, y disminuye a partir de los 4-5 meses de edad. En los niños prematuros esta curva suele ajustarse a su edad corregida.
Es lo que se conoce como ‘período del llanto inconsolable’, o en ocasiones‘cólicos del lactante’, y que no tiene por qué suceder en todos los bebés, pero sí en muchos. Según la AEP, este periodo se caracteriza porque es un llanto difícilmente consolable, en el que el bebé pone cara de dolor. Además, suele ocurrir en las horas de la tarde y noche, momentos en los que los padres están más cansados tras un largo día, y por lo que puede llevar a desesperar a muchos cuidadores hasta el extremo de sacudirles fuertemente para ver si se callan.
No obstante, hay que evitar sacudir con violencia a un bebé o a un niño, ya que su cerebro rebota contra el cráneo. «Esto puede causar hematoma cerebral (contusión cerebral), inflamación, presión y sangrado dentro del cerebro. Este síndrome se suele presentar cuando el bebé llora mucho y la persona que está con él se frustra y pierde el control y comienza a sacudirle», precisa.
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Se presenta sobre todo en niños pequeños, con una edad menor de 2 años, en particular, bebés de menos de seis meses de edad, pero se puede ver en niños hasta los 5 años. Puede presentarse incluso tras una sacudida de cinco segundos, según alerta la Asociación Española de Pediatría.
Además, el cuadro clínico en sus inicios no es muy claro, alerta el organismo, además de que la información que brindan los padres es muy poca. Así, la AEP detalla que los síntomas pueden variar de leves a graves y pueden ser:
-Convulsiones (crisis epiléptica)
-Disminución del estado de alerta
-Irritabilidad u otros cambios en el comportamiento
-Letargo, sueño, falta de sonrisa
-Pérdida del conocimiento
-Pérdida de la visión
-Paro respiratorio
-Piel pálida o azulada
-Mala alimentación, falta de apetito
-Vómitos
UN SÍNDROME 100% PREVENIBLE
En una entrevista con Infosalus, Noemí Núñez, neuróloga infantil del Hospital 12 de Octubre de Madrid, advierte de que este síndrome «no es muy frecuente», ocurre entre 20-25 casos cada 100.000 niños, pero sí es «muy grave» porque el cerebro del bebé está en desarrollo, y porque «es prevenible al 100%» ya que la mayor parte de las veces se hace conscientemente, se sacude al bebé con conciencia.
«Si el adulto tiene conciencia de que eso no se hace y le entran ganas de zarandearlo que lo deje en la cuna boca arriba y que se vaya», sostiene la especialista, quien también precisa que dos tercios de los traumatismos craneoencefálicos que precisan de ingreso en bebés muy pequeños tienen lugar por el citado síndrome.
«El trauma craneal no accidental o infligido, también conocido como síndrome del niño zarandeado, es un tipo de traumatismo craneal provocado por maltrato. Se refiere a las lesiones que sufre un niño pequeño, habitualmente menor de 2 años, cuando es sacudido violentamente, de tal modo que su cabeza se mueve bruscamente hacia delante y detrás», explica Núñez.
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