Según un comunicado del grupo a la CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores), en la reunión del Consejo de Administración de PRISA celebrada el pasado día 16 se ha llegado a un acuerdo con la mayoría de acreedores para refinanciar la deuda existente.
La empresa tenía que hacer frente a unos vencimientos de deuda por 957 millones de euros en el presente año 2018, y otro más de 176 millones de euros en 2019, además de 439 millones de préstamos participativos, según se declara en las cuentas correspondientes a 2016.
Según la nota a la CNMV, el acuerdo del pacto incluye la extensión del vencimiento de la deuda hasta finales del 2022, lo que compromete una ampliación de la vigencia de la deuda en cinco años, sin que se prevean pagos obligatorios durante los tres primeros años, es decir hasta finales del 2020.
El calendario de repagos se ha ajustado a la generación de caja suficiente que se espera sea originado por los negocios del Grupo. Los fondos obtenidos de la ampliación de capital aprobado por la Junta General de Accionistas del 15 de noviembre pasado, que arrancará en el momento de la entrada en vigor de la refinanciación, servirán para cumplimentar el primer pago establecido de 450 millones de euros.
El plan de refinanciación, condicionado a la ejecución de la ampliación de capital, ha sido respaldado por la mayoría de acreedores financieros, en cada uno de sus tramos, y será objeto de desarrollo en los oportunos contratos de modificación de la deuda.
Según el acuerdo de refinanciación de la deuda, enviado a la CNMV, este deberá de entrar en vigor no más tarde del 30 de Junio del 2018 y como hemos comentado antes, condicionado a la ejecución por parte del Grupo PRISA de la ampliación de capital de 450 millones de euros.
Ampliación y refinanciación van unidas de la mano en el proyecto de consolidación y remonte de los negocios del Grupo PRISA.