La Planificación de Recursos Empresariales, más conocida por sus siglas ERP, permite agilizar las tareas habituales que toda empresa desarrolla en su día a día. El número de negocios que ha decidido instalar, por ejemplo, un software de gestión de nóminas ha ido aumentando progresivamente en los últimos ocho años. Según las estadísticas, entre 2015 y 2017, los ingresos que generó la venta de software de ERP se mantuvieron sin importantes subidas. Sin embargo, entre 2019 y 2020, coincidiendo con la pandemia por la Covid-19, el repunte fue bien significativo: los ingresos aumentaron en más de 10 millones de dólares estadounidenses. De hecho, para este año, se prevé que las ganancias superen los 97 millones.
Todos estos datos anteriores, proporcionados por Statista, indican claramente que la idea de instalar programas informáticos para automatizar la gestión de las empresas está ganando popularidad paulatinamente.
Una de las funciones de un programa de ERP es la captación de talento. A través de un software de reclutamiento es posible publicar, en varias plataformas a la vez, las vacantes que la empresa necesita cubrir. Del mismo modo, igual que el ERP permitiría configurar un algoritmo que relacionara a los candidatos con los puestos de trabajo que mejor encajan con sus perfiles profesionales, un software de Planificación de Recursos Empresariales también facilita la evaluación del desempeño de los trabajadores que ya forman parte de la plantilla de la empresa.
A continuación, explicamos cuáles son los puntos fuertes de un ERP y cómo un programa informático de este tipo puede favorecer el manejo de todo tipo de empresas indistintamente del sector del que éstas forman parte.
Características de un software de ERP eficaz
Para que un software de ERP, una vez instalado y aplicado a la empresa que lo adquiere, sea realmente efectivo, conviene que cumpla lo siguiente:
- Integralidad. Un ERP integrable es un ERP compatible con el resto de los programas informáticos que la empresa utiliza.
- Interfaz intuitiva y visualmente tractiva, para que empresarios y trabajadores puedan acceder a la información rápidamente y sin complicaciones.
- Herramientas digitales que potencien la automatización empresarial que se espera del ERP. Por ejemplo: a la hora de calcular nóminas de manera automática, se pueden cometer errores del mismo modo en que sucedería si lo hiciera un trabajador del departamento de Recursos Humanos. Para subsanar estos posibles fallos en el cálculo de la nómina del trabajador, el ERP puede incluir un Inspector de Nómina y Procesos Robóticos.
- Ofrecer datos en tiempo real. Esta característica favorece la gestión del Big Data. Las nuevas tecnologías han propiciado una interacción mucho mayor entre empresas y clientes, puesto que dan pie a recoger opiniones, tendencias de consumo, preferencias de navegación de los usuarios que visitan la tienda virtual, etc. Para procesar toda esta cantidad de información, los métodos que antes se utilizaban resultan actualmente insuficientes. La sincronización en tiempo real posibilita que la empresa pueda tomar decisiones y diseñar estrategias futuras basándose en datos reales y actualizados a cada momento.
- Centralización de la información en una base de datos común, para no generar contenido duplicado que, además, ocuparía un espacio de almacenamiento innecesario.
¿Cómo ayuda ERP a dirigir una empresa?
El ERP (Enterprise Resource Planning) tiene una estructura modular que posibilita, desde un mismo programa, gestionar labores que pertenecen a distintas áreas de la empresa. Así pues, permite (entre otras cuestiones):
- Automatizar la financiación de cualquier negocio.
- Llevar la contabilidad.
- Realizar la facturación
- Supervisar el stock disponible en el almacén.
- Gestionar las nóminas.
- Mejorar la experiencia de compra del cliente.
Además, esta misma estructura modular es la que mantiene los departamentos de la empresa interconectados.
El ERP no es sólo para grandes empresas
Al tratarse de un programa que automatiza tareas, muchas personas podrían considerar que el ERP resulta innecesario en los negocios más pequeños, cuya cartera de clientes es más reducida. En este punto, conviene matizar que el ERP ayudaría a ampliar la cartera de clientes si así se deseara. Una de sus ventajas es, precisamente, la escalabilidad empresarial que proporcionaría al negocio: al automatizar los envíos, el ERP ayuda a controlar la logística y la puntualidad de cada entrega, de modo que la empresa que quiere extender su radio de acción más allá de su localidad puede hacerlo con la tranquilidad de poder supervisar el estado de cada envío.
Aparte de la influencia positiva del ERP en la escalabilidad del negocio, las PYMES pueden igualmente utilizar un software de este tipo. El programa de ERP no es sólo para multinacionales, sino que se puede configurar y personalizar para ajustarse a las necesidades particulares de las Pequeñas y Medianas Empresas. De hecho, ayuda a impulsarlas en un mercado cada vez más competitivo.
En lugar de dedicar tiempo a labores que el ERP puede desarrollar automáticamente por sí solo, la PYME puede centrarse en otras tareas que la ayuden a adquirir más visibilidad. Los empleados focalizarían sus esfuerzos en diseñar estrategias de marketing, mantener contacto directo con los clientes, finalizar los proyectos en el plazo estipulado, etcétera.