Cada verano, mientras miles de españoles se preparan para disfrutar de sus merecidas vacaciones, un nuevo temor se cierne sobre los propietarios de viviendas: el riesgo de que su hogar sea ocupado ilegalmente. La okupación, un fenómeno que ha cobrado relevancia en los últimos años, se intensifica durante los meses de verano, cuando las viviendas están vacías y resultan más vulnerables.

¿Por Qué Aumenta la Okupación en Verano?

El periodo vacacional es un momento clave en el calendario de los okupas. Con la ausencia prolongada de los propietarios, muchas viviendas quedan deshabitadas durante semanas, e incluso meses, convirtiéndose en el blanco perfecto para la okupación. La situación es particularmente preocupante en zonas turísticas y en barrios residenciales, donde los okupas aprovechan la falta de vigilancia para entrar en las propiedades.

Carlos Ferrer, director de Allura y Peidmondt, una empresa especializada en la gestión y resolución de casos de okupación, advierte sobre esta tendencia: «Durante las vacaciones, el riesgo de okupación aumenta significativamente. Las viviendas vacías son un objetivo fácil para los okupas, que muchas veces conocen los movimientos de los propietarios y actúan rápidamente».

Consecuencias para los Propietarios

Para los propietarios, el regreso a casa después de unas vacaciones puede convertirse en una pesadilla. Recuperar una vivienda okupada es un proceso que puede ser largo y costoso. La legislación actual en España obliga a los propietarios a seguir un procedimiento judicial para desalojar a los okupas, lo que puede tardar meses en resolverse. Mientras tanto, los okupas pueden hacer uso de la vivienda sin ningún tipo de penalización inmediata.

«El problema no solo es la pérdida temporal de la propiedad, sino también los daños materiales que pueden causar los okupas durante su estancia», señala Ferrer. «Además, el proceso legal es lento y engorroso, lo que añade una carga emocional y financiera para los propietarios».

Medidas Preventivas

Ante este panorama, Ferrer recomienda a los propietarios tomar precauciones antes de salir de vacaciones. Algunas de las medidas sugeridas incluyen:

  1. Instalación de sistemas de seguridad: Cámaras, alarmas y puertas reforzadas pueden disuadir a los okupas y alertar a las autoridades en caso de una intrusión.
  2. Vigilancia vecinal: Establecer una red de contacto con vecinos de confianza que puedan vigilar la propiedad durante la ausencia.
  3. Dejar señales de ocupación: Mantener luces encendidas con temporizadores o dejar algunas persianas abiertas puede dar la impresión de que la vivienda está habitada.
  4. Contratar un seguro adecuado: Asegurarse de que la póliza de seguro cubre daños por okupación puede ser clave para mitigar las pérdidas.

El Papel de las Empresas Especializadas

Empresas como Allura y Peidmondt han desarrollado servicios específicos para prevenir y resolver situaciones de okupación, especialmente durante el periodo vacacional. Ferrer destaca la importancia de actuar rápidamente: «En Allura y Peidmondt ofrecemos un servicio de vigilancia y gestión de propiedades durante las vacaciones. Si detectamos una ocupación, actuamos de inmediato para minimizar el tiempo en que los okupas puedan permanecer en la propiedad».

Conclusión

La okupación es un problema real y creciente en España, especialmente durante las vacaciones, cuando las viviendas quedan desocupadas y vulnerables. La prevención es clave para evitar que los propietarios se enfrenten a la difícil situación de recuperar su hogar de manera prolongada y costosa.

El director de Allura y Peidmondt subraya la importancia de estar preparados: «No se trata de generar alarma, sino de ser conscientes del riesgo y tomar las medidas necesarias para proteger lo que es nuestro. Con la prevención adecuada y la intervención rápida, podemos reducir significativamente el impacto de la okupación en nuestros hogares».