José Gabriel Campo Pérez nació en Valencia el 22 de mayo de 1814, en el seno de una familia de prósperos comerciantes.
Estudió Comercio, y en su juventud realizó varios viajes a Europa, y se dedico a los negocios de ultramar, especialmente los relacionados con el café, el azúcar y las especies.
Con 29 años fue nombrado alcalde de Valencia, cargó que ocupó desde 1843 hasta 1847. Durante este tiempo cambió la imagen de Valencia y la abrió al mundo, impulsando tres aspectos tan importantes de la vida cotidiana como estos:
- La actividad financiera y bancaria.
- La implantación del ferrocarril y con ello la mejora de las comunicaciones de los comercios de Valencia.
- Numerosas transformaciones urbanas e industriales.
Fue una persona de carácter, determinada, que no se detenía ante nada, lo que le convirtió en la figura más destacada de la burguesía valenciana del momento.
Creó la Sociedad Valenciana de Fomento, tras haber formado varias sociedades con su padre para realizar operaciones mercantiles y bancarias y haberse iniciado en el manejo de los créditos hipotecarios.
Esta sociedad estaba llamada a ser el primer banco valenciano de emisión de billetes, pero esta iniciativa no fue bien vista desde Madrid y el Banco de España trasladó una sucursal del mismo a Valencia para enterrar la iniciativa de Campo.
Tras este intento, montó una naviera con 25 buques que hacían la travesia a Ameríca y Filipinas y al norte de Africa, creó el Banco Peninsular Ultramarino para gestionar las actividades comerciales con las regiones latinoamericanas, y obtuvo la concesión del Correo del Seno de Méjico (1881), que comunicaba Cuba y Puerto Rico con Veracruz.
En otra etapa anterior de su vida, 1850, se centró en el ferrocarril, comprando los derechos del ferrocarril del Mar a Játiva y Denia, y en 1852 montó la Sociedad de Ferrocarril del Grao de Valencia a Xátiva, junto con otros políticos y destacados de la época, dando lugar a l primer ferrocarril valenciano.
El tren recorrería las comarcas de L’Hortay la Ribera buscando facilitar el traslado del arroz y de las naranjas. Empeñado en unir Valencia y Madrid por ferrocarril, también fundó la Sociedad del Ferrocarril de Almansa a Valencia y Tarragona.
Años más tarde, ennoblecido por la Restauración, se instaló en Madrid, siendo diputado en Cortes durante siete legislaturas.
El 20 de enero de 1875, el Rey Alfonso XII le nombró Marqués de Campo, por su contribución a la Restauración de la monarquía, y además fue designado senador vitalicio.
A lo largo de su vida, y entre las condecoraciones que recibió están: la Gran Cruz de Isabel La Católica, la de Carlos III, la del Mérito Naval y la de Oficial de la Legión de Honor de Francia. Falleció en Madrid el 19 de agosto de 1889.
Las obras urbanas que comenzó en Valencia dejaron huella en la ciudad: cabe destacar el empedrado de calles, el cierre de vías insanas, el planeamiento de la Zaidía; impulsa las obras del Teatro Principal; inició la actividad para dotar de agua potable a la ciudad creando la Sociedad de Aguas de Valencia, así como también la iluminación a gas, que se inauguró en 1844 en la Glorieta; fundó el asilo para niños huérfanos, Asilo del Marqués de Campo de Valencia, que dejó al cuidado de las Hermanas de la Caridad.
También reformo el puerto de Valencia.
Las obras que no pudo finalizar por su envergadura fueron continuadas por José Peris y Valero, quien le sustituyó como alcalde de Valencia en 1856.
En 1861 compró el periódico La Opinión, de carácter progresista, convirtiéndolo en órgano de opinión conservadora, que fue dirigido por Teodoro Llorente hasta su desaparición en 1866.
Ese mismo año, Teodoro Llorente junto con José Domenech fundaron Las Provincias, en la misma línea de opinión que el anterior, pero con cierta independencia ideológica.
En 1878, junto a Navarro Reverter, fundó la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Valencia.
En cuanto al monumento dedicado a su memoria, comentar que fue realizado por Mariano Benlliure en 1908, y que aunque inicialmente fue ubicada en la antigua plaza de San Francisco, fue trasladada más tarde a la Plaza de Cánovas del Castillo, en donde perdura.
Un alto pedestal de piedra sostiene la estatua en bronce de Don José Campo Pérez vestido con levita. Está acogiendo a una niña, en clara alusión al asilo que para niños él creó en Valencia. Rodeando el pedestal, cuatro figuras simbólicas: la Caridad, el Gas,la Marina y el Ferrocarril, que recuerdan a las cuatro empresas a las que dedicó su tiempo y esfuerzo este prohombre valenciano.
Individualmente, algunas de las estatuas de este conjunto monumental han sido distinguidas y premiadas en las exposiciones de Munich y de Madrid.
Fotos de www.jdiezarnal.com
La Porta de la Mar, el monumento que no está considera como tal