Aranjuez en sí ya merece una visita gracias a sus monumentos, parques y todos sus encantos pero hay un lugar por encima de todos que atrae miles de visitantes.
Situado en la Villa de Aranjuez y al río Tajo fue una de las residencias de la Familia Real en la Comunidad de Madrid.
Este conjunto monumental que fue mandado a construir por Felipe II fue terminado durante el reinado de Carlos III, por lo tanto cuenta con una gran variedad de estilos.
Una de las grandes características del Palacio son los colores que predominan su fachada que son el rojo y el blanco. Tiene su origen en una finca de recreo, consiguiendo su aspecto monumental en el reinado de Felipe II, pero su aspecto actualmente se debe a los cambios que realizó Carlos III, que son: la Plaza de Armas, Casa de Labrador y los grandes jardines.
Hay que destacar que su fachada que es muy característica ya que está adornada con estatuas de los tres reyes que intervinieron en su construcción.
La zona de construcción es un lugar árido, y para resaltar la grandeza del palacio decidieron crear grandes jardines regados por las aguas de los ríos Tajo y Jarama y fueron los más importantes del periodo de los Habsburgo en España.
En 2001 este entorno fue declarado «Paisaje Cultural Patrimonio de la Humanidad» por la Unesco.
¿Qué podemos destacar del Palacio Real? De su interior podemos destacar el Comedor, Gabinete de Porcelana y la Sala de los Espejos.