Una estudiante va con frecuencia a un supermercado cerca de su residencia, en ese establecimiento trabaja un chico con síndrome de Down, que empaca las compras de los clientes del establecimiento. Y un día, lamentablemente la chica fue testigo de un suceso que no le gusto para nada.
Me encontraba en la tienda a la que voy frecuentemente y me encontraba en la caja. Hay un empleado que se encarga de empaquetar las compras y se trata de un chico muy amable y agradable que tiene una discapacidad mental. Elsiempre empaca mis compras con mucho cuidado y a continuación os las narrare:
Chico: “¿Quiere esta?”
(Agarra una de mis bolsas de tela, pero veo que tiene un agujero).
Yo: “No por favor, mejor otra. Gracias”
Mujer de detrás: “¡Dios! ¡Daos prisa!”
Yo: ” Apenas acabo de pagar, lo hace bien”.
Mujer de detrás: “Oh, ¿así que tú también eres lenta como él? Dios, toda la gente especial como vosotros deberíais dejar de molestar a la gente normal”.
Chico: *con aire ofendido* “Señora, ella no es “no lista”, Ella va a la Universidad. *Señala al logo de la Universidad de mi suéter*.”Ella es realmente lista”.
Yo: ” Y este chico señora, es el mejor empacador de aca. No solamente es muy cuidadoso, sino que hace su trabajo muy bien y eso es importante al momento de comprar comida”. (Él termina de empacar mi compra. Él sabe de que regresare a la residencia y me ayuda a colocarme las bolsas en el hombro)
Mujer de detrás: “Bueno, no te ayudará también ahora a llevarlas al coche, ¿no? Vaya delincuente. ¡Quiero ver al encargado!”
Yo: “Señora yo ya me marcho. ¿Quiere usted realmente llamar al encargado de la tienda por una cosa que yo le he pedido miles de veces que haga?
Chico: *me dice a mí* “¡Que tenga un buen día!”
Mujer de detrás: ¡Mongolo!
(Hasta este momento el cajero no había dicho alguna palabra por la situación que ocurría, solamente miraba a la mujer con mucha calma)
Cajero: “No vamos a servirle por discriminación hacia un empleado valioso y un cliente habitual. Puede dejar su compra aquí, ya la devolveremos a las estanterías más tarde. Por favor, váyase”.
(La mujer en vez de hacer caso, empieza a formar un gran escandalo, de hecho tal que rompe una estantería y la tienen que sujetar, mientras que el chico lleva a otro cliente pero también a mí a que nos metamos detrás de la caja y de esta forma nos protege. Seguidamente hemos tenido que esperar a que la policía haga acto de presencia.
Chico: Una semana después…. ¿viene otra vez?” *Lo dice con cara de preocupación*
Yo: “Por supuesto”. (Posteriormente su sonrisa de este momento me hizo feliz durante todo el día y es una cosa que no he podido olvidar.
Muchas veces de la forma como muchas personas actuan, nos dejan mucho que pensar y no sabemos que hacer. Por suerte, en ese momento también habían otras que si tuvieron corazón y que supieron resolver la situación.
Una historia que debería ser compartida por todos nosotros, ya que no debemos olvidar que todos tenemos derechos indiferentemente de la situación que tengamos.